Eguzkilore, Flor de Magia y Leyenda.
Si el otro día toco hablar de la flor de loto, hoy es el turno de la joya de la corona, la Eguzkilore. Esta planta espinosa semejante al cardo se ha convertido en uno de los símbolos más tradicionales de Euskal Herria. Es por ello, que muchos de nuestros clientes no sólo optan por colocarla en la puerta de entrada de sus viviendas, sino que deciden llevarla grabada en su piel de por vida. Por qué?
Origen Mitológico
Cuando la humanidad comenzó a poblar la tierra, no existían ni el sol ni la luna. Inmersos en la gran oscuridad y asustados por las criaturas que salían de las entrañas de la tierra en forma de Sabuesos de Lava, Esbirros, Dragones, Brujas … Decidieron pedir ayuda a Amalur.
Ante esta petición, la Madre Tierra les concedió un ser luminoso llamado «Luna». Pero la situación no mejoró. Así que, acudieron una segunda vez, para pedirle algo más poderoso. Este fue el origen de un ser todavía más luminoso al que llamarían «Sol».
Gracias a su calor y luz, los Esbirros y las Brujas no pudieron acostumbrarse a la claridad del día y desde entonces sólo pudieron salir de noche.
Los hombres, acudieron una última vez para pedirle protección durante la noche, y fue entonces cuando la Tierra les creó una flor que, al verla, los seres de la noche creerían que era el propio Sol. De ahí Eguzkilore o Flor del Sol.
En definitiva, el tipo de protección que proporciona es similar a la fe católica, con el objetivo de ahuyentar a los malos espíritus, las enfermedades, las tormentas…
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